Un salto mal planeado, una perspectiva desafortunada, un cambio en el sentido de la gravedad. Y entonces, con la vida literalmente pendiente de un hilo mira a los ojos y quizás suplique con las antenas. Uno dos y tres. Y cincuenta también. En menos de lo que lleva escribirlo ya estaba así. Envuelto para llevar y a la espera de que comience la cena. El flash congeló el momento y ella, laraña mira a cámara complaciendo al personal. Tétrico.
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