martes, 27 de agosto de 2013

Las moscas de la fruta no tienen corazón; ni existe la palabra piedad en el diccionario de las arañas.


La verdad es que venía distraída pensando en sus cosas. Cosas de mosca de la fruta. Una lista larga de la compra de olores en el buffet libre del regazo del río seco; sus vecinas las cigarras que están de fiesta y no dejan dormir a las larvas, en fin, que no la vio. 
Se quedó colgada en el aire, interrumpida, con cara de mosca de la fruta tratando de pronunciar "huevo" en francés: Oeuf!

Entonces la vio de verdad y a todos sus ojos; y como las moscas no tienen corazón, le dio un vuelco a la parte pulsátil del tubo longitudinal dorsal; se le heló la hemolinfa en el sinus pericardial y ya, sin ponernos finos, se cagó encima.
Y ya sabéis. No existe la palabra piedad en el diccionario de las arañas.



Argiope argentata española (muy similar a su prima americana pero con acento local) comiéndose a una pequeña mosca de la fruta sabor melocotón.
Fotos: Merlin


lunes, 26 de agosto de 2013

un mosquito como la copa de un pino & otros horrores de la naturaleza.



Este ejemplar que vemos lo capté a fines de la primavera en la sierra de Madrid. Parece un inocente mosquito con un buen macro, si no fuera porque no use macro y tuve que alejarme varios metros para que entrara completo en la imagen. Vale, estoy exagerando. Pero era casi del tamaño de una botella de cocacola; si no puse una a su lado para verificarlo es porque temía que se la bebiera. Era tan grande, que podrían usarse esas alas para ponerlas en una avioneta; y si le hubiera visto algo semejante a un pico, hubiera corrido gritando histericamente : no quiero morir, no quiero morir, quiero vivir por siempreeeeee!

a cara y cruz en el prado de las flores.

La primavera la sangre altera y a otros fluidos menos densos también afecta; como la hemolinfa que corre locamente por el interior de los insectos que se precien de serlo. En la foto, vemos a una araña comiéndose a una mosca; incauta voladora de la pradera que se posó en la flor equivocada. Ejemplos de esto encontramos a diario, y a veces hacemos paralelismos con relaciones humanas que no vienen a cuento, ni a poesía. 

A esta mosca incauta
una araña la ha atrapado 
y en un visto y chupado 
la hemolinfa del díptero 
al arácnido ha pasado. 





Cada margarita es una historia; así, cada mundo es un pañuelo y los mocos son las lágrimas de todas esas madres que lloran a sus larvas en las mañanas de primavera. Y es que, amigos, la vida continúa ajena a cavilaciones o reflexiones inanes; mientras yo le escribo esto a usted, quizás una mosca está muriendo a quelíceros de alguna araña. Y esa araña, muy de moda en su flor, apetecida por un pájaro conirrostro que a su vez tiene relamido a un gato que es la insana obsesión de un perro que no conozco.
Quien quiera ver en todo esto un sentido de la vida, es posible que esté intoxicado; yo sólo insinúo que quizás no seas más que otra mosca en el prado de margaritas. Y en ese caso, yo soy un saltamontes.




Patitas de polen, lomito de vinchuca. Estos bichitos; emparentados con las mariquitas, vendrían a ser como los primos heavy de las anteriores. No es que vayan en Harleys, pero calzan chaquetas de cuero con adornos y estoy seguro que se aguantan varios rounds de una pelea a puñetazos contra cualquiera de sus primas con motitas. Estos poco simpáticos bichitos trompetean el polen sin meterse en broncas; y cuando llega el otoño se arremolinan todos juntos en la rama de algún árbol en una orgía indescriptible de movimiento a cámara lenta. No me gustan estos bichos, y ojalá venga una araña y se los coma. Punto.



Aunque no he logrado dar con su nombre exacto; pongámosle Mario, este antipático bichejo es de la familia de los hemípteros que como la etimología sugiere, parece sólo tener medias alas; siendo la parte superior de éstas dura y la basal membranosa.
Al parecer, existen unas 65.000 especies en todo el mundo aunque no llegué a contarlas personalmente; y la
característica principal es que poseen un aparato bucal succionador con piezas perforantes con el que extraen ya la savia de una planta, ya la sangre de un mamífero. Es decir, lo que viene a ser una chinche colorida; ésta en particular, adicta a la sangre de margarita. So vampira!

saltamontes; ready to take off


Este saltamontes, como tantos otros bichos del campo, encuentra sumo placer en encaramarse a una margarita y sentirse el rey del mundo. Actos megalómanos como ése, suelen verse interrumpidos por el vuelo sagaz de un plumífero, o por el ataque artero de una araña. Sin embargo, este colorido ejemplar no conoció tamañas derrotas; antes que ello lució sus rojos y verdes hasta que nos perdimos de vista. ¿Que será de este muchacho hoy?